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AND THE OSCAR GOES TO: En una de las ceremonias más solemnes y con menos salidas de protocolo de los últimos años, se entregaron este domingo, en el Teatro Dolby de los Ángeles, los premios Oscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

La ceremonia de premiación no trajo mayores sorpresas a los anuncios y predicciones sobre los ganadores, al menos en los rubros más destacados.

Así fue que Birdman, del mexicano Alejandro González Iñárritu se hizo de cuatro estatuillas como mejor película, mejor director y mejor guion original. Sin embargo, no ganó Michael Keaton, el protagonista principal que estaba nominado en el rubro mejor actor.

Birdman, en realidad, empató en cantidad de Oscars con El gran hotel Budapest, la película de Wes Anderson, que se hizo con la misma cantidad de estatuillas, pero en las categorías técnicas (banda sonora, diseño de producción, maquillaje y peluquería y mejor vestuario). La otra gran rival de la velada, Boyhood, se quedó con tan sólo una estatuilla, la que distingue a Patricia Arquette como mejor actriz de reparto.

Un premio "cantado" el de Arquette, que, sin embargo fue quien logró ovaciones, como la de Meryl Streep, cuando al fin de su agradecimiento pidió “la igualdad para todas las mujeres”.

Su discurso estuvo anticipado en la alfombra roja por la campaña "AskHerMore" (Pregúntale Más a Ella) donde numerosas actrices, como otra de las candidatas a mejor actriz, Reese Witherspoon, apoyaron la iniciativa que critica el continuado asalto a las actrices con preguntas que se limitan a conocer la procedencia de su vestido.

“Igual significa igual y las mujeres no tenemos los mismos derechos”, insistió Arquette solicitando una reforma de la constitución en EE UU a favor de la igualdad laboral de la mujer.

Eddie Redmayne consiguió el Oscar por La teoría del todo y Julianne Moore hizo lo propio con el Oscar a mejor actriz por Siempre Alice.

La victoria de J. K. Simmons como mejor actor secundario por Whiplash tampoco deparó mucha sorpresa luego de arrasar con todos los premios previos a la entrega del Oscar. Simmons echó de menos esos tiempos en los que tenía menos trabajo “pero podía dormir más”. “Claro que esto es la guinda en el postre”, añadió con la estatuilla en la mano.

En mejor película extranjera la ganadora fue Ida, el film de Polonia en blanco y negro que era una de las favoritas. Por el camino quedó la aspiración argentina que tenía en ese rubro a la taquillera Relatos Salvajes.

Pero si hubo una victoria que emocionó a la sala fue la de mejor canción por el tema Glory de la película Selma. La interpretación del tema por John Legend y Common puso al teatro Dolby en pie, lo mismo que sus palabras una vez conseguida la estatuilla, que saltaron las lágrimas del público al recordarles que viven en el país “con más gente encarcelada del mundo”.

Lo mismo ocurrió con el discurso de Graham Moore al obtener el Oscar como mejor guión adaptado por The imitation game y dedicárselo a aquellos que como él o como Alan Turing alguna vez se sintieron “extraños, diferentes o que no pertenecían” por culpa de su orientación sexual.

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